El pasado 1 de septiembre concluía la declaración de emergencia hídrica en Fuerteventura y tras analizar los datos se determinó que no hay fundamento para una nueva prórroga. Se trata de una decisión técnica y no política, subrayaban en rueda de prensa la presidenta insular, Lola García, el consejero de Aguas, Adargoma Hernández y la consejera Marlene Figueroa insistiendo en que, a pesar del fin de la emergencia, el Cabildo seguirá trabajando en la mejora de la situación del agua en la Isla.
Los representantes políticos, acompañados del gerente del CIAF, Domingo Montañez, y el gerente del CAAF, Francisco Javier Hormiga, pusieron de relieve los años de "esfuerzo e inversión" para paliar el "estrés hídrico" constatado en Fuerteventura, sobre todo desde 2019, recalcó Hernández.
En estos años, Fuerteventura ha vivido una situación insostenible, con cortes de agua prolongados y frecuentes, la obsolescencia de la red de impulsión entre Puerto del Rosario y La Herradura, una producción insuficiente, redes deterioradas y depósitos limitados. Cabe añadir, la alta dependencia de agua externa y un gasto energético rozando los 18 millones de euros anuales.
Es el diagnóstico de situación en 2023 que obligó a la declaración de la emergencia y a trazar una hoja de ruta de obras e inversiones que, según insistieron los responsables públicos, ha permitido mejorar, notablemente, el contexto.
60 millones de euros en inversión y más producción de agua que nunca

“Hemos pasado de 34.000 a casi 50.000 metros cúbicos la producción de agua en la isla de Fuerteventura”, destacó García. El incremento supone un 66% más de agua disponible en apenas dos años.
Es uno de los datos principales en el balance de gestión donde se constató que el almacenamiento también ha mejorado de forma significativa. La presidenta recordó que en 2023 la capacidad era limitada. “Pasamos de una capacidad de 60.046 metros cúbicos a una capacidad que tenemos hoy en día (…) de 83.960 metros cúbicos, casi 84.000”. Esto supone un aumento del 40%, gracias a la puesta en funcionamiento de nuevos depósitos en La Herradura y Guerime, además de mejoras en Tamaragua.
Otro de los indicadores clave ha sido la reducción de la compra de agua a terceros. En 2023 se adquirieron 893.303 metros cúbicos; en 2025 la cifra se ha reducido a 117.938. “Prácticamente en el mes de julio no hemos comprado o adquirido agua a terceros, sino con la producción que ya mantienen las tres plantas, tanto de Puerto Rosario, Gran Tarajal y Corralejo”, puntualizó García.
El gasto energético también ha experimentado una caída drástica. “Hemos pasado de 17,74 millones (…) a 6 millones en 2025”, señaló la presidenta. El ahorro, cercano al 70%, libera recursos que podrán destinarse a nuevas infraestructuras hidráulicas.
En este periodo se han invertido 60 millones de euros en obras declaradas de emergencia. Entre ellas, “la ampliación de la desaladora, tanto de Puerto del Rosario, como de Corralejo, como de Gran Tarajal. Nuevos depósitos en La Herradura, Tamaragua y Guerime. Conducciones claves como son Puerto Herradura, Guerime, La Paré, Calderetilla, Tizcamanita, La Oliva también, Tindaya (…) Renovación de redes en Corralejo y Puerto del Rosario y Gran Tarajal. Y mejoras también en los bombeos y sondeos estratégicos”.
Según el balance presentado, más del 60% de estas actuaciones ya están completadas. Sin embargo, todavía quedan infraestructuras clave pendientes.
Entre ellas, la conducción de Calderetilla a Tiscamanita, que “será a finales del 2025, principios del 2026”; el depósito regulador de Guerime, cuya recepción se prevé la próxima semana; y el bombeo de Marcos Sánchez.
Agua potable, agua agrícola y colaboración interinstitucional
El consejero de Aguas, Adargoma Hernández, fue tajante. “No existen datos para continuar con una prórroga o solicitar una prórroga de la emergencia hídrica. Eso no significa que estén solucionados los problemas del agua de la isla de Fuerteventura”.
Hernández recordó que la mejora ha sido posible gracias al trabajo conjunto entre el Consejo Insular de Aguas y el Consorcio, así como a la implicación de los ayuntamientos. “Antes no existía esa combinación de cuando se va a hacer una obra municipal vamos a llamar al consorcio y vamos a ver si ellos necesitan cambiar tubería o cambiar otro tipo. Por eso también me gustaría agradecer lo involucrados que están los ayuntamientos en esta situación”.
En este mismo sentido, desde la corporación insular también se quiso hacer especial hincapié en el esfuerzo financiero que se ha realizado y que se ha apoyado, asimismo, en la colaboración con otras administraciones. La presidenta subrayó la coordinación con el Ejecutivo regional y el Gobierno central.
El Gobierno de Canarias está trabajando para la planta desaladora del sur que está pendiente de las catas pertinentes para determinar la ubicación óptima y el Estado también realiza una inversión de 5 millones de euros que permite introducir 5.000 metros cúbicos más de agua de regadío, separando, por primera vez, el agua agrícola y potable, señaló significando otro "hito" en la historia del agua en Fuerteventura.
Un verano "seco" en el norte
En esta línea se pronunció también la consejera Marlene Figueroa destacando que hay "un antes y un después" en la situación del agua y que se ha pasado de un escenario crítico, con cortes de hasta 20 días en el suministro, a una estabilidad hídrica "aunque queda todavía un 40% de obras por ejecutar". Sí se ha logrado paliar la situación más dramática sobre todo en las zonas más aisladas, destacó, aunque sigue habiendo incidencias "pero puntuales".
Este verano la isla aún sufrió episodios de desabastecimiento, sobre todo en el norte. Así lo reconoció Adargoma Hernández, destacando que "justamente en esa zona hay dos obras importantísimas que no han culminado”. Por un lado, la conexión de la planta de Corralejo con el resto del pueblo, "porque ahora mismo solo está conectado con Tamaragua (...) cuando culmine vamos a tener más agua en la zona justamente que se vio afectada en este verano, como Villaverde o la zona de Majanicho en Lajares”.
Además, se adoptó la decisión de separar las redes de pueblos que compartían conducción, como El Cotillo y El Roque. Esto también ha supuesto desabastecimiento "pero debido más a un problema de regulación, de presiones, más que de caudal", recalcó.
Fin a la emergencia pero no al compromiso
Desde el Cabildo de Fuerteventura, la presidenta insular quiso agradecer "a la ciudadanía de la isla de Fuerteventura el esfuerzo y la paciencia que han tenido y que están teniendo, porque vuelvo e insisto, no se han terminado, se producen averías que tenemos que solucionar”.
“Se acaba la emergencia, pero no el compromiso. Las obras hidráulicas siguen siendo nuestra prioridad. Seguiremos con la hoja de ruta planificada para ejecutar las actuaciones necesarias, de manera que la situación no vuelva a repetirse en Fuerteventura”, concluyó Lola García anunciando, también, una apuesta firme por las nuevas tecnologías para poder detectar posibles pérdidas de agua.