La reducción de la jornada laboral vuelve al centro del debate sindical. UGT defiende que trabajar menos horas no solo es viable, sino necesario para mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras y para modernizar un mercado laboral que, según denuncia, sigue regido por normas “absolutamente anacrónicas”.
Así lo afirmó en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, Pedro Aller, vicesecretario general de Área Externa de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, que ha participado en las jornadas sindicales celebradas en Lanzarote y Fuerteventura, centradas precisamente en la reducción de la jornada y en el papel de la acción sindical.
“Para mí es fundamental estar en contacto directo con los delegados y afiliados, escuchar cuáles son sus necesidades reales”, subrayó. A su juicio, ese contacto es clave porque “cuando estamos en mesas de negociación estatales, no siempre se pone el acento en lo que de verdad ocurre en las empresas”.
UGT defiende que la reducción de la jornada laboral es beneficiosa no solo para los trabajadores, sino para el conjunto de la sociedad. “Estamos convencidos de que es algo bueno”, insistió Aller, que recordó que la legislación vigente en esta materia data de 1983. “Muchos de los oyentes que nos escuchan hoy no habían ni nacido”, señaló, para añadir que la productividad actual “no tiene nada que ver” con la de hace cuatro décadas.
El dirigente sindical rechaza que la reducción de la jornada se imponga por decreto, pero también critica la actitud de la patronal en las mesas de negociación. “Estamos de acuerdo en que no sea por imposición, pero cuando llegamos a negociar nos dicen que ahora no toca”, lamentó. Para Aller, los datos desmontan ese argumento, “si comparamos lo que producía una empresa en 1983 con lo que produce hoy, incluso con menos plantilla, queda claro que es perfectamente posible”.
España es uno de los países con más autónomos pero sin un sistema que les proteja
Uno de los puntos más sensibles del debate es el impacto en pymes y autónomos, especialmente en territorios como Canarias. Aller distingue entre ambos colectivos. En el caso de los autónomos, reconoce que existe un problema estructural derivado de una legislación obsoleta. “España es uno de los países con más autónomos de la Unión Europea, pero sin un sistema que les proteja adecuadamente”, explicó, defendiendo una reforma que garantice prestaciones dignas sin generar desigualdades.
En cuanto a las pymes, se mostró rotundo: “Sí que es posible implementar la reducción de jornada, igual que en cualquier otra empresa”. Como ejemplo, citó el convenio de hostelería de Navarra. “Son todo pymes, con salarios por encima de la media y con reducción de jornada, y no ha cerrado ninguna empresa. Todo lo contrario, están en expansión”.
Para Aller, la clave está en cambiar el enfoque. “Cuando se habla de inteligencia artificial y de un 20% más de productividad, algunos piensan en despedir al 20% de la plantilla. Yo lo veo como una oportunidad, reducir la jornada un 20% sin perder productividad”, afirmó. “Eso es lo que ha ocurrido a lo largo de la historia”.
El sindicalista también desmontó lo que considera “un falso mito” sobre el sector público. “No es verdad que lo público funcione peor o que se trabaje menos”, aseguró.
Según explicó, la productividad por trabajador es “igual o superior” a la del sector privado, aunque las administraciones estén lastradas por trámites burocráticos. “España tiene unos servicios públicos muy buenos, pero faltan efectivos”, advirtió.
En ese sentido, reclamó más personal en la administración y alertó del abuso de la temporalidad. “Europa nos está llamando la atención por el número de interinos, muchos en fraude de ley”, afirmó.
Por último, Aller respondió a las críticas empresariales sobre el absentismo. “Si hablamos de bajas médicas, yo sería prudente”, advirtió. “Una baja la prescribe un médico. Hablar de fraude es poner en cuestión a todo un sistema sanitario”.
UGT insiste en que el debate sobre la jornada laboral no puede aplazarse más. “Queremos que las empresas ganen dinero”, concluyó Aller, “pero también queremos que repartan mejor esos beneficios”.
