jueves. 31.07.2025

Conocer el patrimonio para defenderlo

 

Proteger uno de los últimos vestigios del histórico Puerto Cabras y blindarlo ante la  especulación urbanística.

Son los principales objetivos de la recién constituida plataforma ciudadana `Salvar la cornisa´ que invita a conocer “el único resto que nos queda de lo que fue el antiguo Puerto de Cabras… Es la memoria viva de la ciudad”. Es preciso conocer para poder proteger.

Plataforma Salvar la cornisa
Presentación de la Plataforma Salvar la Cornisa

Son declaraciones realizadas por el conservador de patrimonio Loren Castañeyra en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, en el que también participaron la arquitecta Mariola Ceballos, el técnico de Patrimonio y exdirector del Museo Arqueológico de Betancuria, Luis Mata, y el presidente de Salud y Sonrisas y activista, Óscar Hernández.

Para la plataforma, la situación es especialmente alarmante debido a la exclusión de la cornisa del catálogo municipal de patrimonio, que se aprobó recientemente de forma inicial, lo que impide cerrar la puerta al posible derribo aunque, reconocieron, la situación generada no es fácil de resolver.

Para Ceballos está claro que “desde las anteriores corporaciones se actuó un poco de mala idea. Es decir, yo pienso que hay un trasfondo. Se trataba de realizar en la zona una maniobra de especulación”, subrayó.

El Plan General de Ordenación Urbana de Puerto del Rosario, aprobado en 2017, incluía actuaciones que ponían en riesgo la cornisa, lo que encendió las alarmas ciudadanas. “Ya existía un movimiento vecinal... en el año 2018, la antigua Asociación de los Hornos ya hizo un acto en Las Escuevas para intentar protegerla”, recordaron Ceballos y Hernández.  

Denunciaron entonces, y lo hacen ahora, proyectos sobre la mesa, que se hicieron públicos, “con todo el descaro que podía existir”, lamentaron, apuntando a un desarrollo urbanístico que contemplaba “torres ajenas a la historia y al paisaje de la ciudad”.

Escuevas
Proyecto de desarrollo en la zona

¿Quiénes son los propietarios?

 

Cuestionados sobre los derechos de los propietarios de los 16 inmuebles, quisieron combatir la creencia de que los titulares actuales de los inmuebles que conforman la cornisa sean los antiguos moradores. No son vecinos ancianos ni herederos, advirtieron.  “Hay propietarios que ahora mismo tienen cinco o seis casitas ahí, y que realmente son inmobiliarias de carácter nacional... lo que vienen es a especular”, denunció la arquitecta Mariola Ceballos.

En esta línea, destacaron que los derechos urbanísticos se consolidan con licencia, “y no han logrado consolidar ninguna”, aseguró Hernández, denunciando, además, que muchos de los antiguos propietarios fueron empujados a vender por la imposibilidad legal de intervenir en sus propias viviendas. “¿Qué ocurre ahora? ¿Habrá que pensar en devolverles los valores que hoy tienen a aquellos primeros propietarios que se vieron obligados a vender?”, planteó Luis Mata.

Un concurso de ideas para dibujar el futuro de la cornisa

Desde la plataforma se insiste en la singularidad del conjunto arquitectónico, no como un grupo de casas aisladas, sino como un paisaje urbano con valor estético e histórico.  “La cornisa es nuestra portada, es lo primero que ve el crucerista cuando llega. No solo es un espacio con memoria, es también un recurso turístico con potencial”.

Por eso, instan a promover un Plan Especial de Protección como la vía más efectiva y ágil, frente a una posible declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), que podría entorpecer otra serie de actuaciones a futuro, explicaron.

Para conocer, precisamente, ese futuro de la cornisa, instaron a convocar un concurso de ideas. “Tiene que ser un equipo multidisciplinar... restauradores, artistas, historiadores, arquitectos”, explicó Ceballos, quien considera esta oportunidad como una de las más relevantes para redefinir la imagen de Puerto del Rosario sin perder la identidad.

De momento, la plataforma se está movilizando en redes sociales, planteando acciones como la señalización del conjunto arquitectónico o la difusión del caso en revistas especializadas como Hispania Nostra.

“Hay cantidad de gente ya, simplemente por el hecho de la presentación de la plataforma, a favor de que no desaparezca la cornisa. Es de sentido común”, concluyó Castañeyra.

Mariola Ceballos: “En la cornisa se ha actuado de mala manera para demoler y especular”
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