El SEPRONA de la Guardia Civil en Fuerteventura investiga el hallazgo del cadáver semienterrado de un perro, encontrado el pasado 8 de abril en avanzado estado de descomposición en plena vía pública, gracias al aviso de ciudadanos.
Tras una exhaustiva investigación, los agentes lograron identificar a la propietaria del animal. Un hecho que ha generado malestar entre los vecinos del municipio, donde esta práctica lamentablemente es habitual.
Para esclarecer las circunstancias de la muerte, el SEPRONA solicitó al veterinario municipal una evaluación post mortem. Según su informe, no se detectaron signos externos de maltrato ni de desnutrición, y el estado corporal del perro era acorde a su edad.
La Guardia Civil recuerda que, ante el fallecimiento de un animal de compañía, es obligatorio gestionar el cadáver mediante una empresa autorizada, y que la baja en el registro ZOOCAN debe tramitarla un veterinario colegiado. Así lo establece la Ley 7/2023, de protección de los derechos y el bienestar de los animales.
En este caso, el veterinario dio de baja en el registro ZOOCAN a un animal de compañía omitiendo los requisitos establecidos en la ley. Según establece la ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, en su Art. 26J para que un veterinario gestione la baja, este debe tener el documento que acredite que fue incinerado o enterrado por una empresa reconocida oficialmente para la realización de dichas actividades, haciendo constar el número identificación del animal fallecido y el nombre y apellidos de su responsable o, en su defecto, que quede constancia en la base de datos de la empresa que se ocupó del cadáve
Ante la posible mala praxis profesional, el SEPRONA ha remitido un informe al Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas para que valore si la actuación del veterinario fue correcta.