martes. 19.03.2024

Displasia fibrosa ósea craneofacial es la enfermedad desconocida que sufre la majorera Zaida Martín Betancort y que le fue diagnosticada hace 7 años. Se trata de un tumor alojado detrás del ojo derecho. “Es una masa que camina, que empuja el ojo y el cerebro. Causa dolor, mareos, una visión doble. Me impide a veces levantarme de la cama o hacer cosas cotidianas, todo me da mareos”.

Son sus palabras este lunes en una entrevista este lunes en Radio Insular donde explicó que ha sido sometida a cuatro intervenciones quirúrgicas por parte de los profesionales del Hospital Insular para reducir o eliminar los tres tumores existentes al inicio.

El problema, al parecer, es que durante la primera intervención, que fue de urgencia sin preparativos previos, no se eliminó el total del tumor que afecta al ojo porque “no intervino el cirujano maxilofacial en la operación”.

De operación sencilla a inoperable

Una circunstancia que conoció, tras acudir a un centro sanitario privado, y después de que su neurocirujano en el Servicio Canario de Salud le asegurara, tras una muy breve cita, que la llamaría en una semana para preparar la operación “muy sencilla”.

Pasaron los siete días y varios meses hasta que Zaida volvió a desplazarse a Gran Canaria a que la reconociera el oftalmólogo que no tuvo tiempo ese día para atenderla. “Según nos metíamos en el coche, a la salida, me llama la enfermera y me dice, por teléfono, que lo mío no es operable y me comunica que por parte del oftalmólogo me da el alta y se anula la cita prevista”.

Además de reivindicar un trato más humano a los profesionales que trabajan en la sanidad pública, y constatar que salvo la directora del Área de Salud de Fuerteventura, Sandra Celis, “nadie del Insular se ha puesto en contacto conmigo”, Betancort denuncia el “abandono” que siente después de llevar más de tres años esperando a una cita médica que le posponen cada vez que se acerca la fecha de consulta.

Cansada de una situación que la sobrepasa “y viendo que nadie va a hacer nada”, Zaida da un paso al frente para reclamar sus derechos a una atención digna y también a tener acceso a la única posibilidad que tiene de mejorar su calidad de vida. Por eso, pide una derivación a un hospital especializado en la península, con profesionales que tengan experiencia en intervenir en la base del cráneo donde está alojado el tumor. Una zona en la que cualquier intervención puede suponer secuelas importantes. “Está muy difícil y complicado,  porque ahí están la carótida, el nervio óptico, el facial…te puede pasar de todo”, constata.

A pesar de la complejidad, la intervención es la única opción que contempla Zaida ya que se niega a estar inyectándose morfina como le aconsejan los médicos del Insular.

La joven majorera confía ahora en que desde Fuerteventura, Celis pueda realizar las diligencias pertinentes para conseguir su derivación al centro especializado “y que le digan si el tumor es operable o no”.

Zaida agradeció durante la entrevista el gran apoyo que está recibiendo a través de los medios de comunicación y las redes sociales, y que le sirven para continuar y dar ánimo también a su familia, en especial a su madre, a su marido y a ese hijo de 16 que años, al que, a veces no puede llevar a sus actividades porque no puede ni siquiera abrir los ojos, pero que se ha portado en todo este tiempo “como un campeón”.

 

Zaida Martin Betancort exige que le deriven a un centro especializado
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