La aerolínea Ryanair ha anunciado una drástica reducción de operaciones para la temporada de invierno en Canarias, con la supresión de unas 400.000 plazas en el Archipiélago y la cancelación de 36 rutas, lo que supone un recorte del 10% de su capacidad en las Islas.
En el caso de Fuerteventura, la compañía dejará de operar varias conexiones nacionales e internacionales clave, entre ellas los enlaces con Barcelona, Madrid y Londres-Luton, lo que representa la pérdida aproximada de 96.000 asientos, equivalente a un recorte del 15% respecto al invierno anterior.
Este ajuste se enmarca en una estrategia de la aerolínea que afecta a distintos aeropuertos regionales de España, donde reducirá globalmente un 41% de su oferta.
Impacto en la isla
La decisión de Ryanair tendrá un efecto directo en la conectividad de Fuerteventura, limitando la disponibilidad de billetes y reduciendo las opciones de vuelo, especialmente en los meses de mayor demanda. Esto podría repercutir en el precio de los billetes y en la planificación de turistas y residentes que dependen de la aerolínea por su oferta de bajo coste.
El sector turístico insular ha mostrado su preocupación por la medida, ya que Fuerteventura es uno de los destinos más dependientes del transporte aéreo para mantener su actividad económica y turística.
AENA y alternativas
Desde AENA se ha señalado que la pérdida de plazas será cubierta de forma progresiva por otras aerolíneas, aunque reconocen que el proceso puede tardar en consolidarse. El organismo aeroportuario trabaja para incentivar a otras compañías a reforzar su presencia en las Islas y así compensar la reducción de Ryanair.
Mientras tanto, el reto para Fuerteventura será garantizar la conectividad aérea de cara a la temporada alta de invierno, buscando alternativas que minimicen el impacto tanto en la llegada de visitantes como en la movilidad de los residentes.
