martes. 09.12.2025

Una quincena de colectivos feministas de Canarias exige depurar responsabilidades y proteger a Rosalía González tras denunciar acoso laboral y machista

Una quincena de organizaciones y colectivos feministas de Canarias han hecho público un comunicado en el que expresan su “apoyo absoluto” a Rosalía González y exigen que se depuren responsabilidades de manera inmediata, tras las denuncias de acoso laboral, humillaciones y discriminación machista que la trabajadora ha relatado públicamente, en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. 

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Rosalía González, en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular

Rosalía González, que era la única mujer en su área, relató que estaba expuesta a burlas hacia mujeres, víctimas de violencia de género y personas del colectivo LGTBIQA+, un clima que convirtió su jornada en “un espacio de violencia”.

Según su testimonio, tras comunicar que había sido víctima de violencia de género, la situación “empeoró notablemente” y llegó a sufrir gestos obscenos por parte de su superior, como simular una masturbación en su presencia.

Las entidades firmantes destacan que el testimonio de Rosalía es “tan claro como estremecedor”. Según la información publicada, era la única mujer en su área laboral y estuvo expuesta a discursos machistas y LGTBIQA+fóbicos por parte de su superior, un clima hostil que incluía burlas hacia mujeres, víctimas de violencia de género y personas del colectivo LGTBIQA+.

El comunicado recuerda que, tras informar a su superior de que había sido víctima de violencia de género, la situación “empeoró de forma notable”. Rosalía denunció humillaciones constantes e incluso gestos obscenos destinados a intimidarla y degradarla, como que su superior simulara masturbarse en su presencia. Estos hechos —subrayan— encajarían en las definiciones de acoso sexual y acoso por razón de sexo recogidas en la legislación vigente.

La información publicada también refleja que la trabajadora fue relegada a tareas de carga y descarga, perdió acceso a maquinaria y formación y dejó de desempeñar funciones habituales. En marzo activó el protocolo interno de acoso y la parte social concluyó que los hechos estaban “más que acreditados”, recomendando apartar temporalmente al trabajador señalado y valorar su reincorporación tras un proceso de reeducación. La empresa, sin embargo, no aplicó estas medidas y se limitó a impartir formación general y ofrecer tres sesiones de apoyo psicológico únicamente a Rosalía, una respuesta que las organizaciones consideran “claramente insuficiente”.

El comunicado insiste en que lo ocurrido no puede entenderse solo como la conducta individual del presunto agresor. Una vez activado el protocolo, la empresa tenía la obligación de actuar con firmeza y proteger a la trabajadora, pero “optó por medidas mínimas e insuficientes”, dejándola expuesta a un entorno hostil que la siguió afectando profundamente. Este patrón —centrar la intervención en la víctima en lugar de en el agresor— constituye, denuncian, una forma de revictimización.

La situación culminó con el despido de Rosalía en vísperas del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, un hecho cuyo impacto simbólico y ético “habla por sí solo”. Las organizaciones recalcan, además, que estas conductas son especialmente graves en una entidad que opera gracias a subvenciones financiadas con dinero público.

Por respeto expreso a la voluntad de Rosalía, el comunicado no menciona el nombre de la empresa. Aun así, las entidades recuerdan que en una isla pequeña la comunidad “observa, reconoce y valora” estas conductas, tanto las de quienes agreden como las de quienes permiten que situaciones así se prolonguen.

Los colectivos reclaman depurar de inmediato todas las responsabilidades derivadas de los hechos descritos; garantizar la protección y reparación de Rosalía González, asegurando su derecho a un entorno laboral seguro y libre de violencia machista. Asimismo, revisar y reforzar los protocolos internos para evitar que otras mujeres vuelvan a atravesar situaciones similares.

Advierten de que, si finalmente se conociera el nombre de la empresa, activarán las acciones colectivas que correspondan.

Las organizaciones y asociaciones que firman el comunicado son la Red Feminista de Fuerteventura, Colectivo Feminista Mujeres en el Encuentro, Plataforma Impacto de Género Ya, Asociación de Mujeres Clara Campoamor, Asociación Colectivo Violetas LGTBQ+ La Palma, Foro contra la Violencia de Género de Tenerife, Asociación Amanay, Colectivo Gamá, Asociación LGTBI de Canarias por la diversidad sexual y de género, DHIDES. Dones i Homes per la Igualtat i el Desenvolupament; ONGD Altihay Fuerteventura, Colectivo LGTBI+ y Simpatizantes de Canarias, Asociación ALMA Contra la Violencia de Género, Orgullo Crítico Fuerteventura, Asociación Domitila Hernández y Plataforma Feminista 8M Tenerife

 

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