La vida sencilla en una Isla que aún era nuestra
Con imágenes y voz de un grupo de amigos, entre ellos, el mismo Ramón Castañeyra Góngora daba inicio el pregón de las Fiestas del Rosario 2025.
Un viaje a la memoria colectiva de Puerto del Rosario, un relato cargado de emoción, diversión, algo de crítica y amor que puso en valor la historia del Memorial Ramón Castañeyra Góngora. Desde cómo surgió el evento deportivo, de acampada en acampada en Jacomar, hasta consolidar con una trayectoria de cuatro décadas las 24 horas de baloncesto honrando la memoria no solo de Ramón sino de otros que ya no están, y que significaron, como Andrés Valerón o Javier Calero que también tienen su propio espacio en el Memorial.
“¿Lo recuerdan? Las acampadas de días infinitos que se confunden con la noche, la guitarra, el mar... Sueños que solo buscan la libertad. Salir a pescar, a mariscar. Coger madera para que la llama nunca se apague. La vida sencilla, al aire libre, en una isla que aún era nuestra”.

Las voces de Guaxara Castañeyra, su hermano Janey y la madre, Belinda, fueron tejiendo el pregón en un escenario, jalonado con cientos de imágenes ilustrativas de cuatro décadas de Memorial y baloncesto.
El relato trasladó al público a 1983, cuando se celebró la primera edición de las 24 horas de baloncesto: “En aquellos primeros años era todo muy casero. Los mismos que jugábamos también pitábamos, anotábamos, organizábamos… ¿a quién le toca el siguiente partido? ¡pues pa´dentro! Hacíamos el calendario a mano, con un lápiz, una goma y una regla y lo pegábamos con cinta a la pared”, recordaba Belinda.

Pabellón Oasis: un espacio mítico y único
El Oasis, escenario histórico del baloncesto y de las verbenas, ocupó también un lugar destacado. “Es que el Oasis es uno de los grandes protagonistas de esta historia, porque ha sido el templo del baloncesto, y de la fiesta, desde hace décadas”. Tanto que muchos guardan fragmentos del mítico pavimento verde como reliquia. También recortes de periódico, de hace cincuenta años, en los que ya se hablaba del “viejo” pabellón Oasis.

Un espacio mítico, y único con carácter municipal en la capital, remarcaba Janey haciendo alusión a la falta de espacios para la práctica deportiva de actividades en sala. “A día de hoy, el único recinto municipal para practicar baloncesto y voleibol a cubierto sigue siendo el Oasis. ¡El único!”.
No faltaron los cubos en el escenario simulando las no poco habituales goteras que han sufrido los usuarios a lo largo del tiempo, en una crítica a las instituciones cargada de humor.
Una cita "del pueblo"
Hubo tiempo también para el recuerdo de nombres imprescindibles en la historia del Memorial, como Lico, Andrés Valerón o Torano. Este último, presidente a lo largo de cuatro décadas que asistía ayer al pregón emocionado y que, desde siempre, manifestó que el Memorial es una cita “del pueblo” a la que los proveedores no deben “robar”, instándoles a reducir los precios. También presente el cronista oficial de Fuerteventura, Tero Brito, ilustrando el valor de la cita y poniéndola en contexto.
El humor estuvo presente en referencias a “los equipos carnavaleros”, al “caldito de Isidro que resucita a los muertos” para quienes extendían hasta la amanecida la parranda, y a la creatividad en los nombres de los equipos: Maccabi de Levantar o Chicago MeLavo.

El pregón que se hizo vivo gracias a la intervención también de buena parte de los participantes habituales, terminó reivindicando el sentido colectivo del Memorial. “Nos sentimos muy honrados y estamos muy agradecidos al Ayuntamiento y a la ciudad por la oportunidad de estar aquí hoy… Nos dimos cuenta que el deporte es importante en la historia de Puerto del Rosario, y también que las 24 horas, con su gente, la que está dentro y alrededor, forman parte también de las fiestas”.
El pregón contó la historia de cómo el vacío que dejó Ramón, “se fue llenando con esa fuerza y esa energía que nos ha traído hasta aquí”, finalizaba el colectivo MERACAS.
Esta es la historia del recuerdo a un amigo que se convirtió en memoria viva de Puerto del Rosario.