Inauguración de los actos del centenario de la llegada de Unamuno a Fuerteventura
Fuerteventura inauguró este jueves el centenario del destierro de Miguel de Unamuno que llegó a la Isla un 10 de marzo, hace cien años.
El acto, con el que las autoridades públicas, académicas y culturales homenajearon la figura del escritor, se convierte en el pistoletazo de salida de la programación de 'Fuerteventura, a través de su mirada', conjunto de actividades culturales, educativas y académicas que organiza la Consejería de Cultura del Cabildo para conmemorar este 2024 el año del centenario.
En un entorno escénico que transformó el patio exterior de la Casa -Museo Unamuno en el Puerto Cabras de 1924, a partir de fotografía a gran escala, figuración y atrezzo a medida, se desarrolló un acto que reunió el homenaje institucional, con las palabras de autoridades autonómicas, insulares y municipales; del mundo académico con una conferencia inaugural a cargo del director de la cátedra Unamuno, Marcial Morera; y cultural, con teatro y música, a cargo de Fabián Álvarez y la Fuerteventura Big Band, respectivamente. Como representante de la familia de Unamuno, intervino también su bisnieto, Luis Miguel Santos Unamuno.
La presidenta del Cabildo, Lola García, apuntó que “hace cien años, nuestra Isla era destino de destierro para aquellos castigados por el régimen de la época. Sin embargo, Unamuno no vio aquí un castigo, sino que supo apreciar nuestra tierra, la belleza del lugar y la calidez y cercanía de su gente. Unos valores que reflejó posteriormente en su obra que coloca a Fuerteventura en el mapa”.
Por su parte, el alcalde de Puerto del Rosario, David de Vera, felicitó al Cabildo por una programación de actividades “que nos van a permitir explorar y comprender mejor la vida y obra del autor, manteniendo viva su memoria e impacto en la Isla”.
La consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Migdalia Machín, definió la estancia de Miguel de Unamuno en Fuerteventura como “un periodo que, aunque marcado por el exilio, se convirtió en crisol de reflexión y creación. La huella que el autor ha dejado en la Isla ha quedado indeleblemente marcada en su legado, recordándonos que incluso en el retiro forzado, la mente puede viajar libre y la palabra trascender fronteras”.
El consejero insular de Cultura, Rayco León, puso en relieve “lo que significó Fuerteventura para Miguel de Unamuno, quien descubrió la belleza de la Isla, sus países y la amabilidad de su gente. Una visión que sigue estando vigente en nuestra sociedad y, por eso, hemos querido ofrecer una extensa programación que refleja, precisamente, esa mirada del autor hacia Fuerteventura”.
Por su parte, Luis Miguel Santos, puso en valor la vinculación de Unamuno con Fuerteventura. Significó los homenajes que se están llevando a cabo en torno al insigne escritor en París y en Salamanca, donde recientemente sus familiares recibieron el Doctor Honoris Causa póstumo del escritor y aseguró que firme defensor de la verdad y de la esencia, en contra del artificio y del boato, "Don Miguel, sin duda, hubiera preferido estar en Fuerteventura". Una afirmación que levantó el aplauso del público.
Renovación de Casa Museo Unamuno
Como arranque a la programación anual, las autoridades y el público asistente dieron apertura a la Casa – Museo Unamuno de Puerto del Rosario, enclave que pasa a ser el núcleo principal del año unamuniano en la isla.
En montaje desde el pasado mes de febrero, el inmueble histórico acoge desde hoy una nueva exposición permanente, un recorrido que permitirá al público conocer, a través de fotografía, prensa y bibliografía original de la época, el contexto, evolución y consecuencias posteriores al confinamiento del escritor, parte de su obra escrita en (y sobre) Fuerteventura y una muestra de obra del autor.
El trabajo museístico, coordinado por la historiadora Inma de Armas, se suma, así, a las instalaciones originales de mobiliario de la Casa Museo e incorpora, en el recorrido, algunos elementos o perfiles históricos que hasta la fecha habían pasado desapercibidos para el público visitante del museo.
Es el caso de Rodrigo Soriano, confinado en la isla por Primo de Rivera en el mismo periodo que Miguel de Unamuno.
