lunes. 29.04.2024

Alquiló una habitación a través de un canal de comercialización. Al llegar a su destino, Arrecife, se desplazó hasta la dirección facilitada y se encontró un local repleto de casetas.

Casetas de pocos metros cuadrados que, por vía digital, se convirtieron en parte de la oferta alojativa que promociona Canarias en todo el mundo.

Una carta de presentación que poco o nada tiene que ver con las bondades del destino y que, sin duda, deteriora la imagen de las Islas en el exterior.

Esta misma semana, la policía acudirá a las instalaciones, según avanzó la consejera de Turismo, Jessica de León, en una entrevista para La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. Sería preciso sancionar al propietario y clausurarle la actividad, aseveró,  pero hoy, “con un decreto de mínimos, no podemos hacerlo; únicamente podremos suspender de forma temporal la actividad”.

Un ejemplo clarificador para expresar la necesidad de regular el alquiler de vivienda vacacional y de ordenar el suelo. Hay, recalcó, un uso planificado del suelo residencial y un uso planificado del suelo turístico, “pero se nos está dando la vuelta el modelo”, advirtió.

Estamos hablando de que el suelo residencial ha pasado a tener un uso turístico, insistió, y que el 51% de esas viviendas, pertenecen a grandes tenedores; es decir, a propietarios que acreditan tener más de cinco viviendas, según los datos que arroja un estudio reciente impulsado por la Universidad de La Laguna.

Desde la Consejería se trabaja “en la línea de ordenar en materia de calidad y cantidad; no queremos hacer desaparecer la renta complementaria asociada a la actividad, que es completamente legítima”, recalcó.

Aplicar el sentido común a la norma

La vivienda de protección oficial, por ejemplo, no puede estar en los canales de comercialización cuando se han construido con los impuestos de los trabajadores para la puesta a disposición de personas con menos recursos; tampoco viviendas en zonas muy tensionadas donde causan el rechazo de los vecinos o viviendas sin criterios de calidad, como las casetas de Arrecife. Cuestiones, en apariencia lógicas, que es preciso regular.  

Hay un 25% de turistas, de los más de 16 millones que nos visitan, “que ya no sabemos dónde están, que sospechamos que están, pero necesitamos saber dónde se hospedan”, al igual que ocurre con los hoteles que disponen de un registro de sus clientes. La vivienda vacacional no puede estar al margen de esa regulación. “Igual que al hotelero le exigimos estándares de calidad, la vivienda vacacional no puede estar al margen de esa regulación”.

Igual que al uso turístico, “ le decimos dónde tiene que estar, en qué suelos tienen que estar,  la vivienda vacacional no puede estar al margen de ese debate”.

Se trata de sensatez, defendió, recalcando su firme compromiso por regular, con sentido común, la actividad. Y hacerlo, con el máximo consenso posible.

Para escuchar la entrevista sobre turismo, pinche aquí

Jessica de León: “Con un decreto de mínimos, ahora no podemos clausurar la actividad al...
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