Los vecinos critican la ausencia de un plan para la zona por parte del Ayuntamiento. “Tenemos las aceras todas rotas, los alcantarillados, las aceras invadidas por la maleza de los árboles, por la basura, arquetas rotas donde los turistas están sorteando y saltan a la carretera porque no pueden andar por las aceras, por el bosque, la zona verde, una de las zonas verdes más importantes de la isla, que esté en la situación que está”, lamentaron.
El agua, a doble de precio que en el resto del municipio
Uno de los problemas más graves, señalaron, es el precio del agua. El Ayuntamiento de Pájara está a la espera de poder licitar el servicio pero la titularidad de la depuradora y la potabilizadora corresponden al promotor. “La licitación está -remarcaron- pero no pueden terminarla porque, digamos, el promotor que había antes no les deja entrar a visitarlas para ver en qué situación está”.
El asunto se judicializa, todo se alarga en el tiempo, lamentan, “y mientras tanto los vecinos estamos pagando casi 5 euros el metro cúbico de agua. En el resto del municipio de Pájara pagan 2.40”.
Además, denunciaron la falta de limpieza generalizada, de gestión de residuos, e incluso, “las aguas fecales corriendo por las calles, concretamente delante del supermercado Padilla. Afortunadamente llovió y ayudó a disolver un poco el problema, porque había elementos sólidos”, criticaron.
La iluminación “es un desastre” y hay muchas zonas sin luz “porque las instalaciones son viejas, son obsoletas, como todo”.
Con respecto al palmeral, “el 90% de unas 450 palmeras están enfermas y no tienen marcha atrás. Estas van a perderse todas”, advirtieron. Pusieron también el foco en la plaga de ratas y expusieron que “hay un equipo de limpieza que no hace nada”.
Sin recepción... y sin interés
En Costa Calma hay cinco urbanizaciones y no están recepcionadas; es decir, el Ayuntamiento no es todavía responsable de ofrecer los servicios públicos ya que no ha asumido su titularidad. Una situación semejante a la que se vive en otros municipios majoreros. Son los propios residentes los que asumen los gastos de esos servicios. Por eso, denuncian que el Ayuntamiento no tiene interés en recepcionar las urbanizaciones. “Al Ayuntamiento en este caso no le cuesta nada. Ellos aquí no gastan nada de dinero. Ese dinero lo gastarán en otro pueblo, pero no en Costa Calma”, subrayan molestos.
Los vecinos insisten en que la unión vecinal trata de “recoger esa sensación de indignación que es fruto de la dejadez y el abandono en todas las áreas”.
Reclaman un Centro de Salud con urgencias porque el consultorio se ha quedado pequeño y sólo atiende, de lunes a viernes, de 8:00h a 20:00h. Pediatras de refuerzo - porque únicamente hay uno- y mayor cobertura sanitaria.
En este sentido, denunciaron que el suelo para construir, en La Lajita, el futuro hospital del sur, el CAE, sigue siendo de propiedad municipal y no consta como cedido al Gobierno de Canarias. “El ayuntamiento sigue siendo propietario a pleno dominio de la parcela (…) Para que Sanidad (del Gobierno de Canarias) reciba ese ha de estar urbanizado, que no es lo mismo que terreno urbanizable. Terreno urbanizable es que cambia de naturaleza, pasa de rústico a urbanizable, pero urbanizado requiere unas infraestructuras, requiere que estén las zanjas hechas, las tuberías de las aguas puestas, las aceras hechas, farolas…el suelo está propuesto, pero tiene que cumplir los requisitos”.
En la misma situación estaría, según apuntaron, el IES La Lajita que podrían evitar el desplazamiento a los estudiantes de Costa Calma que se ven abocados a desplazarse a Gran Tarajal en horario muy temprano. También desvelaron que el consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, ha ofrecido la posibilidad de construir aulas para que los últimos cuatro años el alumnado no tenga que desplazarse a Gran Tarajal, “y estamos a la espera del alcalde”.
Viviendas planificadas hace 25 años
Señalan, además, que el plan parcial La Lajita 2000 planificó, hace 25 años, más de 2.000 viviendas en la zona que podrían haber dado residencia a varios miles de personas, apuntaron.
Desde el punto de vista de la vivienda, explican los vecinos, “claro que empatizamos con los promotores del Plan, porque es una necesidad y, como le digo, la hemos sufrido porque esas cuatro o cinco mil personas que hubieran podido vivir ahí son las que nos han faltado en las plantillas de los hoteles, no hemos conseguido generar estabilidad”, lamentaron apuntando a la acuciante necesidad de vivienda.
Una invitación a la corporación para participar
La unión vecinal está impulsando los trámites para constituirse como asociación con el fin de “poder actuar jurídicamente y funcionar de otra manera”.
De momento, hacen un llamamiento para participar en la manifestación este jueves “porque no se puede continuar de esta manera”.
Una movilización “que no está focalizada en nadie”. Son reivindicaciones que trascienden esta legislatura, recalcaron, por lo que invitan “incluso a la administración a que participen, porque son problemas tan latentes, tan evidentes”.
Instan a la corporación a hacerse “una foto con nosotros y los estamos invitando a participar, porque ellos también viven en el municipio y lo sufren, claro que sí”.
Hasta ahora no había un sentir entre la población de ejercer como sociedad civil pero “ese ejercicio que no hemos hecho, lo queremos implementar ahora, con protestas y con todo esto, pero con un ánimo pacífico, participativo y queremos que todos participen, porque entendemos que la solución está en todos”, concluyeron.
La movilización dará inicio este jueves, 20 de noviembre, a las 9:00h desde el parking de Costa Calma y se dirigirá hasta Pájara, hasta la puerta de la Casa Consistorial donde expresarán sus reivindicaciones.
