La recuperación de la Plaza de España, en el corazón de Puerto del Rosario, vuelve al debate público de la mano del conservador de patrimonio y presidente de El Efequén, Loren Castañeyra, que defendió en el progrrama cultural de Radio Insular una restauración fiel, sin añadidos ni reinterpretaciones, de uno de los espacios más simbólicos del antiguo Puerto de Cabras.
Lo hizo apoyándose en un texto del historiador Francisco Cerdeña, al que calificó como “una referencia imprescindible para entender lo que fuimos y lo que no deberíamos haber perdido” .
Castañeyra fue tajante al considerar que "recuperar no es hacer un mix. Recuperar es hacerlo exactamente igual, porque hay documentación suficiente para ello”.
La asociación majorera dispone de fotografías históricas, planos y conoce testimonios que permitirían -según explicó- devolver la plaza a su configuración original, la que funcionó durante décadas como parque público, balcón al mar y punto de encuentro vecinal. “Si no quieren recuperarla, que hagan otra cosa nueva, pero que no falseen lo que fue”, insistió.
El origen del espacio se remonta a un solar municipal, un “sobrante de vial” que, como describe Cerdeña, servía incluso de “echadero o afuchadero de camellos”, muy próximo al antiguo Muelle Chico.
Con el paso del tiempo, la plaza se consolidó como ágora social del Puerto de Cabras, escenario de tertulias, paseos y celebraciones. “A ese sitio nunca lo llamamos Plaza de España; para nosotros era el parque. Ahí aprendimos a montar en bicicleta, a patinar, se celebraban comuniones”, recordó el conservador.
“La plaza se levantó con una suscripción popular y sobre un solar cedido al Ayuntamiento. Es más del pueblo que muchas otras cosas”, subrayó, señalando que hoy el inmueble resultante “no tiene encanto, no está operativo y rompe la relación visual con la bahía”.
La pérdida de ese carácter público llegó en la década de los setenta, cuando la corporación de entonces concedió una explotación privada que, a juicio de Castañeyra, fue una iniciativa "absurda". Con la privatización, llegó la apertura del local Tinguaro, hoy cerrado.
La plaza del pueblo, al pueblo, y bajo el nombre `Puerto Cabras´
Más allá de la recuperación del céntrico espacio, Castañeyra, en nombre de El Efequén insta a cambiar la denominación de Plaza de España y llamar al espacio Plaza de Puerto Cabras. “Es una forma de resarcir el nombre, de recuperar identidad sin entrar en debates estériles”, explicó, descartando otras opciones como la de Plaza de Unamuno -como sí sugirió Cerdeña en su momento- para centrar el consenso en la memoria local. “Poco a poco hay que ir resarciendo el nombre de Puerto Cabras, y este sería un buen comienzo”, insistió.
El presidente de El Efequén defendió que no se trata de una obra costosa ni compleja. “Es una construcción muy sencilla. No es un problema de presupuesto, es una cuestión de voluntad”, afirmó, convencido de que no existen escollos legales para revertir la situación una vez cumplida la concesión. “No hay nada más que tener voluntad de hacerlo”, reiteró.
La reivindicación conecta, además, insistió con un déficit actual del casco histórico donde no hay espacios verdes ni lugares de convivencia para los vecinos y vecinas. “Todas las barriadas tienen parque y el centro no. Y fue precisamente el centro el que lo tuvo primero”, lamentó.
Recuperar la plaza supondría, en su opinión, devolver al corazón de la capital majorera un espacio público perdido y reactivar la relación de la ciudad con el mar.
Castañeyra aprovechó también para mostrar su mirada crítica sobre otras intervenciones recientes en el patrimonio urbano, como la remodelación del mercado municipal. “No es una cuestión de gustos personales; en patrimonio no deben existir. Es una cuestión de idoneidad”, apuntó, dejando claro que la conservación exige rigor y respeto a los elementos originales.
