La Estación Biológica de La Oliva aloja áreas e infraestructuras como, por ejemplo, el centro de recuperación de fauna, el vivero de producción, sala de necropsias, jardín de planta madre o huerto-semillero, aula de educación ambiental, jardín didáctico y jaulones de vuelo.
En particular, la zona del centro de recuperación de fauna silvestre se enfoca en aquellos animales que son internados por diversas circunstancias y requieren de atención especializada, siendo el principal objetivo regresarlos a su medio natural, tras los cuidados necesarios.
En lo que va de año, han ingresado vivos más de 215 animales de diferentes especies, siendo 77% aves. Casi 650 ejemplares fueron recogidos durante 2024, Unos 430 de ellos ingresaron con vida, lo que refleja la magnitud del trabajo que se realiza en este espacio.
Para ello, cuenta con jaulones de aislamiento, jaulones de vuelo, clínica básica de primeros auxilios y UCI, lugar donde se les realiza una valoración veterinaria para iniciar el tratamiento conveniente. Además, dispone de uno de los jaulones más grandes de Canarias diseñado especialmente para favorecer el fortalecimiento de la musculatura de las aves en proceso de recuperación, con el fin de garantizar su adecuada preparación para la posterior puesta en libertad.
Para aquellos animales que no pueden recuperarse, por distintas razones, el área cuenta con alojamiento adecuado a sus necesidades, dando prioridad a los proyectos de cría en cautividad y sirviendo de ayuda en la comprensión de la biología de la especie y como herramienta para la educación ambiental.
Aves migratorias y residentes
El Centro de Recuperación de Fauna sigue registrando un importante volumen de avisos, especialmente en los municipios de La Oliva, Pájara y Puerto del Rosario. Los meses de mayor actividad se concentran entre abril y julio, época de cría y paso migratorio de aves, y en octubre y noviembre, cuando los pollos de pardela cenicienta atlántica (Calonectris borealis) emprenden sus primeros vuelos y se ven afectados por la contaminación lumínica.
Entre las especies atendidas destacan las aves nidificantes en la isla, como la aguililla, el guirre, el halcón de tagarote o el cernícalo. Asimismo, se reciben aves migratorias poco comunes que llegan exhaustas tras largos desplazamientos, lo que incrementa el riesgo de colisiones, atropellos o depredación entre otros riesgos. Durante este mes de agosto, se han recibido algunos ejemplares como el cuco (Cuculus canorus) o críalo europeo (Clamator glandarius). El año pasado ingresaron otras especies como la oropéndola europea (Oriolus oriolus), autillo europeo (Otus scops), alcatraz atlántico (Morus bassanus), torcecuello euroasiático (Jynx torquilla) o alcotán (Falco subbuteo).
Tortugas marinas y fauna marina
La atención a tortugas marinas constituye también una parte fundamental de la actividad del centro. Durante 2024 ingresaron 51 ejemplares, de los cuales 24 llegaron con vida. La mayoría pertenecía a la especie tortuga boba (Caretta caretta), aunque también se registraron tortugas verdes (Chelonia mydas). Los principales motivos de ingreso fueron los enmallamientos en redes y plásticos, rafia principalmente, así como la ingesta de basura marina y anzuelos.
El centro participa además en la gestión de varamientos de cetáceos, tiburones y elasmobranquios. En los casos en los que los ejemplares no sobreviven, se colabora con la Red Vigía y el Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) en la realización de necropsias que permiten conocer las causas de muerte y reforzar las estrategias de conservación.
La reintroducción de las especies silvestres recuperadas se convierte en el principal objetivo del trabajo que se lleva a cabo en la Estación Biológica de La Oliva. Por este motivo, a través de la Consejería de Medio Ambiente que dirige Carlos Rodríguez, se ha liberado hoy una cría de alcaraván y de cernícalo.
El alcaraván ingresó en el Centro de Recuperación de Fauna de la Estación Biológica de La Oliva el 12 de junio con síntomas de deshidratación y aún con plumón. Sin embargo, no presentaba ninguna lesión. Por lo tanto, el Servicio de Medio Ambiente recuerda la importancia de dejar a las crías de aves en el lugar donde se encuentran ya que, en muchas ocasiones, no manifiestan incidencias significativas para proceder a su recogida.
Por su parte, el cernícalo fue internado con signos de deshidratación, el pasado 18 de agosto, en el Centro de Recuperación para ser tratado.
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Rodríguez, destacó que “cada liberación es el reflejo del esfuerzo del equipo de recuperación y la colaboración ciudadana. Desde la Consejería reafirmamos nuestro compromiso con la conservación de la biodiversidad insular y con la protección de las especies que forman parte de nuestro patrimonio natural”.
Desde la entidad se subraya la importancia de la colaboración ciudadana. El canal oficial para comunicar la presencia de un animal herido es el 112 para garantizar una actuación rápida y eficaz.