La Guardia Civil de Fuerteventura ha esclarecido dos robos con violencia, uno consumado y otro en grado de tentativa, ocurridos recientemente en Caleta de Fuste. Las detenciones fueron posibles gracias a la rápida actuación de los agentes de Puerto del Rosario, que identificaron a los autores en cuestión de horas.
Los hechos se iniciaron en la madrugada del 26 de septiembre, cuando un grupo de turistas regresaba a su alojamiento tras salir de un local de ocio en Caleta de Fuste. En el trayecto, tres individuos interceptaron a dos jóvenes y uno de ellos intentó arrebatar de un tirón el bolso de una de las víctimas. Ante la resistencia de la joven, el agresor la empujó y agredió violentamente a su acompañante, logrando sustraerle un teléfono móvil valorado en 770 euros. Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió la fractura del radio de una mano.
Tras el asalto, los sospechosos huyeron del lugar, pero la presencia de una patrulla de la Guardia Civil en las inmediaciones permitió una rápida intervención. Los agentes auxiliaron a la víctima y recabaron información clave que permitió identificar al autor material del robo y relacionarlo con un segundo intento de asalto cometido días más tarde.
Tres días después, el 29 de septiembre, un ciudadano alertó de un nuevo intento de robo en la Avenida Alcalde Juan Ramón Soto Morales. Un joven trató de sustraer una patineta valorada en 820 euros que se encontraba estacionada frente a un comercio. Al ser sorprendido por el propietario, el agresor lo amenazó con una piedra y le causó lesiones leves antes de huir.
Gracias al aviso ciudadano, la Guardia Civil desplegó un dispositivo de búsqueda y localizó al sospechoso apenas quince minutos después en un descampado cercano. El detenido fue plenamente reconocido por la víctima y vinculado con el robo violento anterior en Caleta de Fuste.
Ambos jóvenes, conocidos por su implicación en otros delitos de la zona, fueron puestos a disposición judicial los días 27 y 30 de septiembre en los Juzgados de Guardia de Puerto del Rosario. Uno de ellos ingresó en prisión sin fianza, mientras que el segundo quedó en libertad con cargos y la obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad judicial.
