En el acto estuvieron presentes la presidenta del Cabildo, Lola García, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, y el consejero de sector primario de la Corporación insular, Matías Peña. Estuvieron acompañados por el alcalde de Betancuria, Enrique Cerdeña, el director de Ganadería, Andrés Díaz, y la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jessica de León, así como otros representantes insulares y municipales.
De esta manera, el Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, ha querido reconocer la labor de Vicente Hernández, que mantiene viva una tradición ancestral majorera. La presidenta del Cabildo, Lola García, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Matías Peña, han destacado el trabajo de Vicente Hernández como referente de una práctica de gran importancia para el sector primario, pero que además constituye uno de los elementos más identificativos de la cultura majorera.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, y el director general de Ganadería, Andrés Díaz, pusieron en valor la labor del comisionado, que ha dedicado cincuenta años de su vida a velar por el patrimonio ganadero de la Isla y preservar una tradición milenaria. Su compromiso ha permitido mantener viva la cabra majorera de costa, una raza autóctona de enorme valor, y garantizar la pervivencia de las apañadas como expresión de identidad, de comunidad y de respeto al territorio.
Vicente Hernández Santana, de 79 años y comisionado de la costa de Betancuria desde 1975, es un referente de esta práctica. Hernández participó por primera vez en una apañada con apenas once años y desde entonces no ha faltado a ninguna. Su trabajo perdura durante generaciones, ya que ha enseñado esta costumbre en los colegios de Fuerteventura.
En la costa de Betancuria, Vicente supervisa la captura del ganado en tres gambuesas: Llano del Sombrero, la Gambuesa Nueva y Janey, manteniendo viva una tradición que combina manejo del ganado, conocimiento del territorio y cooperación comunitaria.