Nueva Canarias–Bloque Canarista (NC-BC) ha cuestionado la gestión del consejero Adargoma Hernández y del Cabildo de Fuerteventura ante los continuos cortes de suministro de agua que afectan a la población de la isla. La formación sostiene que las declaraciones del responsable insular, asegurando que “las redes están normalizadas”, contrastan con la realidad que viven miles de vecinos.
En un comunicado, NC-BC apunta a que en localidades como Villaverde los residentes llevan dos meses soportando interrupciones constantes y en Ampuyenta las incidencias se repiten desde hace semanas. Todo ello en plena ola de calor, con temperaturas superiores a los 35 grados. La organización considera que la situación es “insostenible” y "agravada por el silencio y la pasividad de quienes deberían dar soluciones".
En su comunicado, el partido critica al Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF), al que acusa de "tomar el pelo a la ciudadanía, mientras incumple sistemáticamente sus obligaciones con el suministro".
NC-BC plantea además varias cuestiones sobre la eficacia de la actual política hidráulica: la utilidad de la declaración de emergencia hídrica y sus prórrogas, el destino de los más de cincuenta millones de euros invertidos en obras hidráulicas en los últimos años y el uso de los trece millones anuales que el propio CAAF reconoce como gasto en agua.
Para la formación, el problema estructural de la isla radica en la “ineptitud manifiesta en la gestión del agua”, un déficit de planificación que, aseguran, se repite cada verano con el aumento de población y turismo. Recuerdan que la presidenta del Cabildo prometió que esta situación no se volvería a producir, pero sostienen que “ha vuelto a suceder” y que la respuesta institucional sigue siendo “excusas, retrasos y promesas vacías”.
El partido atribuye la falta de planificación al “más de 30 años de Asamblea Majorera gobernando”, lo que, a su juicio, ha llevado a que la isla “esté manga por hombro y a salto de mata”.
NC-BC concluye reclamando “menos excusas y más planificación”, al tiempo que insiste en que la ciudadanía de Fuerteventura merece “respeto, soluciones reales y una gestión a la altura de sus necesidades”.