LLoret impone su voto de calidad en tres votaciones para lograr que Dreamland sea de interés insular
El voto de calidad del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret, ha servido para romper el empate y dar luz verde a la declaración de interés insular del proyecto Dreamland, este lunes en la sesión plenaria ordinaria.
Pau Quiles, consejero de Podemos, no acudía al pleno -por cuestiones de salud-, y su compañero, Andrés Briansó, votaba a favor de la iniciativa contraviniendo el mandato de Podemos Canarias que se había posicionado claramente en contra del megaproyecto por su impacto en el entorno.
De esta forma, el Pleno de la primera institución insular declaraba el proyecto Dreamland de interés insular, gracias a los votos del PSOE, PODEMOS, AMF-Nueva Canarias y la consejera Sandra Domínguez.
Entre los argumentos esgrimidos, se destaca que se trata de una iniciativa que permite la diversificación económica, que se cumplen los requisitos para admitir la iniciativa y que “ahora se abre un proceso y se abre la puerta para que el órgano ambiental pueda pronunciarse y también la ciudadanía”.
En contra, han votado AM-CC y el Partido Popular.
En contra de las enmiendas, a favor del suelo
AM-CC y el PP han presentado sendas enmiendas encaminadas a apoyar el sector audiovisual en un entorno distinto al planteado ya que consideran que el lugar elegido, a escasos 400 metros del Parque Natural de las Dunas de Corralejo y en una zona que es “tampón”, supone un impacto grave en el territorio, en el paisaje y en el medio natural.
La enmienda de los nacionalistas pedía desestimar la solicitud de interés general y fue únicamente apoyada por el Partido Popular.
Los populares, por su parte, fueron más allá y pidieron supeditar la declaración de interés insular a la presentación, por parte del promotor, de otro suelo alternativo a la zona junto a las Dunas.
El PP entiende que las dos alternativas que contempla el proyecto, modificado, no son adecuadas ya que “el estudio de alternativas es ficticio y no atiende a la ley del suelo”.
En su enmienda, el PP daba un mes de plazo al impulsor para presentar otra ubicación y “si no acepta la condición, se entenderá como archivado, sin más, el expediente”.
La enmienda se sometió al voto, y tampoco salió adelante. Se volvió a repetir la votación, con un resultado de empate, y el voto de calidad del presidente del Cabildo de Fuerteventura volvió de nuevo a romper la balanza a favor de Dreamland.
Un pleno polémico: pancartas, gritos y lágrimas
Decenas de personas y representantes de distintos colectivos sociales y ecologistas se personaron en el salón de plenos para presenciar el debate sobre este proyecto que "tal y como está planteado, no se justifica debidamente el interés insular del proyecto Dreamland".
Muchos de los presentes portaron pancartas con el lema: `no más ladrillo´ en una sesión interrumpida en numerosas ocasiones por los gritos del público.
Descalificaciones como `corruptos´, `vendidos´, o consignas como ´pelotazo urbanístico´ fueron una constante en la sesión cada vez que intervenía alguno de los grupos que ha aprobado la propuesta.
Los asistentes incidieron, principalmente, en los ataques a los consejeros del PSOE y al consejero Andrés Briansó que denunció haber recibido amenazas. Contra él se pronunciaron varios de los presentes entendiendo que su voto “es una traición a quienes le hemos puesto ahí”.