El Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral acogerá, a partir del 31 de diciembre, a los cerca de 350 inmigrantes que se encuentran alojados en un establecimiento turístico en Corralejo. Será una alternativa habitacional a los hoteles y contará con un espacio para 700 plazas. Así lo avanzó este jueves en Fuerteventura FM el pastor Ángel, dirigente de la Misión Cristina Moderna.
Una entidad que acaba de ser reconocida oficialmente como el primer Centro de Acogida Emergencia y Derivación, por parte del gobierno central, después de una vasta labor realizada durante años en el ámbito migratorio en Fuerteventura sin el apoyo gubernamental ni la necesaria financiación para llevar a cabo la atención a los migrantes irregulares.
En esta nueva etapa, la Misión logrará subvenciones dirigidas a garantizar el alimento, gastos de medicina o gastos de lavandería para atender a las 150 personas previstas en el CAED “porque consideramos que había que cubrir las necesidades básicas. El dinero hay que justificarlo todo y si no hay inmigrantes, se devuelve”, explicó el pastor.
Consciente de haber logrado el objetivo propuesto hace dos años, Ángel no esconde “la enorme responsabilidad” que deriva del acuerdo ya que, aunque destacó que seguirán desarrollando su labor de atención como habitualmente realizan, sí reconoció que la forma de gestionar y de controlar de forma exhaustiva todo el procedimiento así como los datos de las personas atendidas, “ supondrá un enorme esfuerzo”.
El pastor Ángel también habló durante la entrevista sobre las imágenes de personas inmigrantes en una fiesta con personas de Cruz Roja, sin adoptar las necesarias medidas de seguridad y saltándose el protocolo, que se hicieron virales y que merecieron la reprobación de la propia Cruz Roja a sus efectivos. Unas imágenes “que están fuera de lugar” y que no se han producido en Fuerteventura “porque la inmigración que viene aquí no viene de fiesta”.
Para concluir, y en relación a la relajación que se ha producido en el flujo de llegada de pateras a las Islas coincidiendo con las visitas que cursó el ministro Grande Marlaska a Mauritania y a Marruecos, el pastor Ángel no escondió su inquietud por “cómo un país como Marruecos pueda estar controlando a esa masa de gente que quiere subirse a una patera. Por lo que me han contado algunos inmigrantes, me preocupa”.
