Emergencias en Fuerteventura: un antes y un después

El sistema está disponible, falla la toma de decisiones

Los incendios forestales que arrasaron este verano más de 400.000 hectáreas en la península, con 8 personas fallecidas y miles evacuadas, han puesto de manifiesto la principal debilidad del sistema de emergencias en España: la falta de decisión política para activar los protocolos.

Así lo subrayaron el jefe insular de Seguridad y Emergencias, Fran Torres, el inspector jefe de la Policía Local de Puerto del Rosario, Pedro Gordillo, y el socorrista Yamil Castañeyra  en una tertulia en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. También coincidieron en señalar que Fuerteventura ha mejorada notablemente su capacidad de respuesta ante las emergencias aunque sigue habiendo carencias, sobre todo, en cuanto a la falta de recursos humanos.

Fran Torres, jefe insular de Seguridad y Emergencias, advirtió con contundencia que el sistema , para responder a la emergencia y para responder al ciudadano, no está funcionando. El problema surge, insistió, en la “toma de decisiones”.

Recordó que todos los planes de emergencia tienen una dirección técnica, pero la “última responsabilidad es política”.

Pedro Gordillo, inspector jefe de la Policía Local de Puerto del Rosario, insistió en que en una situación de emergencia el tiempo juega en contra y “hay que tomar decisiones desde el principio”.

Durante la tertulia de La Voz de Fuerteventura

Jugarse la vida para atender a la ciudadanía

En este sentido relató la experiencia vivida hace dos décadas con el tema de la tormenta tropical Delta cuando “volaban los contenedores, volaban los techos y salíamos a la calle para atender a las llamadas de los vecinos”. Fuimos unos temerarios, reconoció, pero se salvaron vidas. Una actuación no exenta de riesgo, “eres consciente de que te juegas la vida, pero puede más el deber en ese momento”, recalcó.  

El socorrista Yamil Castañeyra puso el acento en la falta de práctica en los protocolos de actuación, lo que resta eficacia cuando llega la emergencia. “Yo haría más hincapié en practicar los protocolos de actuación, porque si se tienen claro, pero si no se practican, yo creo que se puede perder eficacia”, advirtió.

En línea crítica, también denunció la situación de la mayoría de los socorristas que prestan servicio dependiendo de empresas adjudicatarias del servicio y reclamó que los socorristas “deberían ser públicos también”. Una propuesta que abre un debate necesario, coincidieron en señalar Torres y Gordillo, sin manifestar su postura al respecto pero defendiendo la necesidad de mejora sus condiciones laborales para ofrecer un servicio de calidad.

El debate también apuntó a la falta de planificación a largo plazo y a la resistencia política para afrontar medidas impopulares. “Es muy complejo transmitirle a un político que tiene una legislatura de cuatro años que tiene que tomar medidas ahora para algo que va a ocurrir dentro de ocho”, lamentó Torres, señalando el mapa de zonas inundables de Fuerteventura, en un horizonte de cien años, y recordando que zonas estratégicas como el aeropuerto o el Palacio de Congresos se encuentran incluidas.

Emergencias en Fuerteventura: un antes y un después

A pesar de las carencias, lo cierto es que, según destacaron los profesionales, en Fuerteventura hay "un antes y un después" ya que la mejora ha sido notable en los últimos años.

En este sentido señalaron el esfuerzo del ayuntamiento de La Oliva que ha sido el primer ayuntamiento de la isla que ha aprobado su plan de emergencias municipal, mientras que Puerto del Rosario ya ha presentado alegaciones y Pájara ha contratado la redacción de su plan de emergencias municipales. Esta misma semana, el Cabildo de Fuerteventura adjudicaba la redacción de los Planes de Emergencia Municipal (PEMU) de Antigua, Tuineje y Betancuria.

Estos documentos son claves porque, como recordó el jefe insular, “lo que hacen es una radiografía del término municipal indicando cuáles son los riesgos fundamentales a los que se enfrenta el municipio, cuál es su estructura organizativa, quién manda y con qué medios contamos”.

Entre las mejoras, Torres también valoró positivamente la profesionalización de los servicios y recalcó que “hoy en día tenemos un cuerpo de bomberos profesionales, chicos preparados, informados y que están ahí a disposición para cualquier tipo de emergencia”. Habría que recuperar, sin embargo, la fuerza del voluntariado que se ha perdido desde el Covid, señaló.

Para finalizar, los profesionales instaron a los responsables públicos a apostar por este servicio público y pidieron a la ciudadanía “más civismo” al tiempo que recordaron que la primera respuesta a la emergencia empieza por la autoprotección.