Lusha y Sahara Fuerte denuncian el incremento de la violencia contra los activistas saharauis ante la pasividad internacional

La asociación de saharauis de Fuerteventura, Lusha,  y Saharafuerte, delegación majorera de la ACAPS, muestran su más absoluto rechazo al aumento de la violencia y la represión hacia activistas saharauis en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

Denuncian que desde que Marruecos quebró el alto al fuego, disparando contra civiles saharauis que se manifestaban en la brecha del Guerguerat, (territorio sahararui liberado) el pasado 13 de Noviembre, "ha estallado la guerra entre Sáhara y Marruecos".

Desde entonces, advierten,  hay enfrentamientos a diario entre tropas de ambos bandos a los largo del muro, "e incluso se ha entrado ya en territorio del Sáhara Occidental".

Esta situación, subrayan, ha agravado la situación del pueblo saharaui. En los campamentos de refugiados de Tinduf " ha disminuido la ayuda humanitaria" y en los territorios ocupados "la represión aumenta por momentos, especialmente hacia los y las activistas que pacíficamente proclaman sus derechos".

La bandera saharaui sigue ondeando

En esta línea, recuerdan que durante la semana pasada  hubo dos detenciones a activistas "con allanamiento de morada, vejaciones, golpes e insultos incluidos a estos y a sus familiares". Ghali Bouhala y Mohamed Nafaaa Boutasoufra ahora se encuentran pendientes de juicio. También la activista Sultana Jaya, que ya en el 2007 perdió un ojo debido a una paliza de policías marroquíes, "ha vuelto a sufrir tortura por parte de las fuerzas de ocupación. Lleva 88 días en arresto domiciliario, los policías vigilan su puerta para que nadie pueda entrar".

Hace unos días, prosiguen, abrió la puerta para recibir a unas amigas que desoyeron las advertencias y la policía arremetió con piedras contra ella y su hermana " provocando varias lesiones, algunas graves". Sultana a pesar de todo, sigue sacando la bandera saharaui al balcón, recalcan.

Los colectivos majoreros también visibilizan la realidad del preso político Mohamed Lamin Haddi que lleva 34 días en huelga de hambre para protestar contra la administración terrible de la cárcel de Tiflit 2 por el trato inhumano que recibe.

Pide que se le retire el aislamiento al que lleva 3 años sometido, y que se cumplan derechos básicos como el derecho a la alimentación, a la atención médica y a la educación. "Hay decenas de presos políticos saharauis cumpliendo penas injustas en cárceles marroquíes", insisten.

Se intensifica la presión

Lusha y SaharaFuerte destacan que estos hechos no son nada nuevo ya que  los saharauis de los territorios ocupados llevan sufriendo vejaciones como éstas durante años, "pero se ha incrementado en los últimos meses y la comunidad internacional no está haciendo nada".

Las entidades majoreras apuntan al gobierno español porque "sigue siendo la potencia administradora del territorio no autónomo del Sáhara Occidental hasta que se finalice el proceso de descolonización como es debido".

En este sentido, recuerdan que el delegado del Frente Polisario, Abdulah Arabi, ha emitido un comunicado por el que pide al gobierno de España su intervención urgente para exigir a Marruecos el cese inmediato de esta violencia y garantizar la protección de la población saharaui y el respeto del Derecho Internacional Humanitario.

Por eso desde Fuerteventura, las dos entidades se unen al  llamamiento "y  recordamos que muchos majoreros nacieron o vivieron en el Sáhara, son nuestros vecinos y nuestros hermanos saharauis".

Por todo ello, piden a la población en general, colectivos sociales, y exigen a los grupos de gobierno y a los medios de comunicación "que dejen de mirar hacia otro lado y hagan lo posible para poner freno a las vulneración de derechos humanos que tiene lugar a diario en la costa de en frente", concluyen.