Benjamín Prado (Pregonero Feria del Libro 2025): “Cultura, educación y libros, eso nos hará más libres”
El escritor y poeta Benjamín Prado, una de las voces más lúcidas y comprometidas del panorama literario español, será el pregonero de la 35ª Feria del Libro de Fuerteventura, que se celebrará del 23 al 26 de octubre en el Palacio de Formación y Congresos. En una entrevista, desgrana el sentido de su conferencia inaugural, titulada “¿Qué isla te llevarías a un libro desierto?”, y reflexiona sobre el papel de la cultura como refugio y resistencia.
“Hay lugares que uno piensa que serían maravillosos para uno de mis libros. Algún día escribiré una de mis novelas en las que salga Fuerteventura”, desvela el autor de la saga de Juan Urbano, que ya cuenta con siete entregas publicadas. “Me quedan tres novelas todavía de la serie. Quién sabe si en una de ellas será el lugar donde transcurra parte de la historia”.
Más allá de su vínculo con la isla, Prado aprovecha la conversación para lanzar como mensaje la necesidad urgente de recuperar el pensamiento crítico a través de la lectura. “La literatura es un gran antídoto contra el estado de cosas en el que vivimos, que tiene mucho que ver con la idea de que a la gente se la puede engañar”, advierte. “Un libro da por hecho que quien lo va a leer es una persona inteligente”.
Para el autor, el problema de esta época no es la tecnología en sí sino el uso que se hace de ella. “Nada es lo contrario de lo otro si se maneja bien. El problema no es que alguien esté con una tablet en la mano, es lo que esté haciendo con esa tablet”.
Educación y cultura como herramientas de libertad
Con su habitual tono reflexivo y crítico, el escritor lamenta que “la ultraderecha crezca mucho entre la gente joven” y apunta a la falta de educación y de información como causas principales. “Contra eso, libros, claro”, sentencia.
“Cultura, educación y cultura, educación y cultura, educación y cultura, porque eso nos hará más libres, más preparados”, repite con énfasis. “Los derechos hay que ganárselos y la calidad de vida hay que trabajarla. No se puede pensar siempre en el dinero y el poder”.
En ese sentido, subraya el valor histórico de la cultura como política pública: “Cuando hablamos de la generación del 27, no fue casualidad. Había una política encaminada a que la cultura ocupase un lugar central en la vida del país”.
“Dos personas que han leído el mismo libro normalmente se van a llevar bien”
Prado defiende la literatura como camino hacia la convivencia: “Tenemos que recuperar un grado de convivencia que mejore la calidad del aire actual, con tanta polarización y crispación. Dos personas que han leído el mismo libro normalmente se van a llevar bien y van a tener algo de lo que hablar”.
En su mensaje, el escritor apela también a la empatía: “Una persona con más lecturas, con más cultura, con más capacidad de comprensión, va a ser más sensible a los problemas de los demás”. Y recuerda que “las democracias consisten en no dejar a nadie atrás. Yo no quiero ver gente atrás”.
El legado literario y su amor por los libros
Durante la entrevista, Prado evoca los títulos que marcaron su vida: Poeta en Nueva York, de García Lorca, y Sobre los ángeles, de Alberti. “Fueron libros que me hicieron pensar que con las palabras se podían hacer cosas que no se me habían ocurrido nunca”, confiesa. “Cuando Neruda te dice que las tijeras son ese pájaro que vuela por las peluquerías, ya no ves unas tijeras igual nunca más”.
También anuncia la publicación de sus memorias, prevista para mayo: “Tiene cosas divertidas, simpáticas que recordar. No todo es oscuridad ni melancolía. He tenido la suerte de encontrar gente maravillosa como Alberti, Gil de Biedma u Octavio Paz”.
“Que no vuelvan a cometer el error de no participar en esta fiesta”
Benjamín Prado invita a los majoreros a sumarse a la Feria del Libro, un evento que considera “una fiesta muy bonita, como casi todas las que se hacen rodeadas de libros”. Y añade: “No vuelvan a cometer el error de no participar. Que se den una vuelta por ahí y seguramente se convertirán en asiduos a partir de este año”.
El autor asegura que siempre se ha sentido bien recibido en la isla: “A los sitios vuelve uno cuando cometen la imprudencia de tratarle bien. Aquí ya no me echan ni con agua caliente”, bromea.
Con su lucidez habitual, Prado convierte su pregón en una defensa apasionada del libro y de la cultura como herramientas de convivencia. “Recordar que todos nacemos lectores. No existen niños a los que no les gusta que les cuenten un cuento. Es la vida la que nos va separando de la lectura”, concluye.