Los vecinos de Tefía denuncian 16 días sin agua

Tubería rota en Tefía

Aseguran que hay vecinos que llevan sin agua en su domicilio desde mediados del mes de julio y reclaman el estudio de una compensación económica a las personas afectadas. 

Vecinos de Tefía denuncian en un comunicado que el pueblo sufre "un abandono institucional flagrante" ya que no dispone de internet, prácticamente no hay alumbrado, ni existe un verdadero servicio de guaguas ya que pasan apenas tres veces al día. Pero lo  más doloroso, advierten, es que no hay agua corriente "en algunos casos desde mediados de este mes". 

Aseguran que el CAAF no ha dado explicaciones "ni ha propuesto ninguna alternativa ante las quejas telefónicas de los vecinos). 

Por ello, los residentes han iniciado una campaña de recogida de firmas para mostrar sus quejas por la situación "ante la negligencia de las autoridades locales que solo acuden al pueblo para actos institucionales". 

Además, han dirigido una queja colectiva a la Oficina de Información al Consumidor del Cabildod e Fuerteventura "ante las interrupciones prolongadas y reiteradas del suministro de agua en Tefía".

Asimismo, reclaman que se investigue la situación y se exijan responsabilidades al Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura "por la mala gestión del suministro en nuestra localidad". 

Instan a establecer un protocolo de aviso previo y se implementen medidas de emergencia durante los cortes (como puntos de distribución de agua).

Demandan, además, "que se estudie la posibilidad de compensación económica a las personas afectadas" y que se garantice "un suministro continuo y digno para todos los residentes de Tefía, en igualdad de condiciones que el resto de la isla".

También han remitido una `Carta abierta a las instituciones´ que recogemos, a continuación. 

Fuga de agua

 

CARTA ABIERTA A LAS INSTITUCIONES

Durante la última visita del ministro Ángel Víctor Torres a Tefía, se produjo una escena  tan simbólica como kafkiana: mientras se celebraba un acto institucional en honor a las víctimas del franquismo, merecido y necesario, la guagua de la línea 2, que tiene una frecuencia irrisoria, apareció y ejecutó una maniobra peligrosa, la misma que los conductores se ven obligados a repetir a diario.

En ese momento, un vecino que la esperaba a pocos metros, cansado de años de abandono, trató de llamar la atención de los asistentes a gritos, no por falta de respeto, sino por pura desesperación: pues al mismo tiempo que se honran a aquellos que murieron a manos de la dictadura, los que sobrevivieron siguen viviendo en condiciones deplorable, en un pueblo en el que apenas llegan guaguas y, en las últimas semanas, agua.

En otros tiempos, Fuerteventura era una isla pobre y olvidada, la penuria tiñe su triste pasado. En la actualidad, no obstante, con una economía en expansión, con unas instituciones que presumen de cifras récord de turismo, el olvido sigue cayendo sobre los mismos: los pueblos históricos del interior, para los que los servicios más básicos no siempre están garantizados. Y es que, desde mediados de julio, la mayoría de vecinas y vecinos de Tefía viven sin agua corriente.

Pese a que el Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF) lo atribuye a una avería,  no se trata de un caso aislado: las interrupciones son frecuentes, casi una rutina en esta zona y otras zonas del corazón históricos de la isla. Por otra parte, el consejero insular de Aguas, Adargoma Hernández, en declaraciones a Canarias Ahora, proclamó hace menos de un mes y medio: “nuestro compromiso es claro: garantizar el agua en todos los rincones de la isla hoy y para las generaciones futuras”. Como es evidente, no está cumpliendo con su obligación.

En Tefía, el agua escasea, cuando no desaparece por completo, aunque tenga el mismo precio que en las urbanizaciones turísticas, donde no se escatima agua en mantener las piscinas llenas y la exuberancia del  césped de los campos de golf  En las zonas rurales de nuestra isla, carecer de agua no representa solo una incomodidad: se traduce en no poder ducharse ni lavar la ropa,  en no poder dar de beber los animales, no poder regar un huerto… en tratar de aguantar. En una zona rural, no disponer de agua no es una solo una molestia, entraña más bien una amenaza directa a su modo de vida.

Con todo, si algo queda claro es que solo el pueblo salva al pueblo. En plena ola de calor, en medio de un episodio de sofocante calima, las vecinas y los vecinos dieron lo mejor de sí mismos y compartieron sus reservas de agua, demostrando así que solo la unión vecinal y la solidaridad son nuestras únicas bazas frente la negligencia institucional. Así pues, bajo la mirada de La Fortaleza, el mismísmo monte que vio resistir a los últimos majos hace más de cinco siglos, el pueblo de Tefía vuelve a organizarse. Hoy, 27 de julio, mientras el agua sigue sin llegar a todos los hogares, se están recogiendo firmas para presentar una queja formal por la gestión del CAAF. La lucha, una vez más, parte de abajo.

Ante esta situación, el Cabildo debe actuar de inmediato, sin perder un solo segundo en justificar algo que es injustificable: no se trata de una avería puntual, es un síntoma de problemas estructurales,  fruto de la negligencia, por acción u omisión, de aquellos que están al cargo y que ponen en riesgo la salud, la economía y la dignidad de toda una comunidad. Nos hallamos, en sentido estricto, ante una cuestión de vida o muerte. Cada día que pasa sin una solución  es un día más de sufrimiento para quienes sostienen esta Tefía con su trabajo.