Turismo desarrolla dos proyectos piloto de control de flujos y fiscalidad sostenible en espacios naturales

Jessica de León

La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, defendió este jueves, durante un encuentro organizado en Fuerteventura, la necesidad de abordar el debate sobre la fiscalidad turística “con serenidad, profundidad y responsabilidad”, subrayando que “es necesaria la ordenación del territorio, la implantación de mecanismos de control de flujos en los espacios naturales y el desarrollo de una fiscalidad inteligente que revierta directamente en su conservación”, subrayó.

La consejera recordó que este debate se abrió durante las Mesas del Reto Demográfico, donde se abordaron cuestiones como fiscalidad, modelos de ordenación, gestión del uso público y la necesidad de avanzar en la protección real de los espacios naturales protegidos del archipiélago. De León hizo hincapié en que “Canarias necesita dar un paso definitivo hacia una gestión moderna, eficaz y sostenible, donde cualquier figura impositiva esté diseñada para cuidar los entornos y no para penalizar al turista”.

En esta línea, explicó que la Agencia de Gestión de Proyectos Turísticos, Gesprotur, empresa pública adscrita a la Consejería, trabaja actualmente en dos proyectos piloto llamados a marcar un antes y un después en la gestión turística del territorio. El primero de ellos, explicó la consejera, consiste en simulaciones de control de flujos en parques naturales, “una herramienta fundamental para definir capacidades de carga, regular accesos y evitar deterioros irreversibles”. El segundo proyecto se centra en cómo adaptar y aplicar tasas o figuras impositivas finalistas, de forma que Cabildos y ayuntamientos dispongan de mecanismos recaudatorios destinados íntegramente al cuidado y mantenimiento de estos espacios.

Durante su intervención, la consejera aseguró que “en toda la isla, desde las cuevas naturales de Ajuy hasta Cofete, pasando por el islote de Lobos y el Parque Natural de las Dunas de Corralejo, se hace necesario avanzar en la ordenación y gestión de estos espacios”.

De León destacó también la participación en este foro de expertos como el ex profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Rodolfo Espino, y el director conservador del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, José Antonio Fernández, “quienes aportan experiencias de gran valor sobre cómo ordenar el territorio y cómo aplicar modelos exitosos de gestión del uso público y conservación”, indicó. “Sus aportaciones nos permiten afinar las conclusiones y confirmar como ya señalan las recomendaciones técnicas, que el control de flujos debe ser la primera herramienta para proteger nuestros espacios naturales”, señaló.

En este sentido, insistió en que su Departamento pondrá estas herramientas, estudios y modelos a disposición de los siete Cabildos, especialmente de aquellos que aún no han iniciado esta reflexión estratégica. “La ordenación del territorio es vital. El modelo de Lanzarote demuestra que gestionar, planificar y establecer tasas finalistas funciona y es replicable. Canarias necesita avanzar en esta línea”.

Finalmente, recordó que la gestión y ordenación de flujos será uno de los retos más relevantes para un territorio que recibe 18,5 millones de turistas al año. “La sostenibilidad real pasa por ordenar, regular y cuidar. Y hoy lanzamos un mensaje claro: ya estamos trabajando para que Canarias dé ese salto necesario”.

El director conservador del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, José Antonio Fernández, explicó cómo la clave del éxito en su modelo de gestión fue “regular los flujos”. Recordó que en el archipiélago gallego se establecieron accesos diferenciados entre visitantes y vecinos, otorgando a estos últimos un cupo propio, y que se aplicaron controles estrictos sobre el buceo, la navegación y los fondeos, a partir de estudios de capacidad de carga que demostraban la saturación del entorno.

“Llegamos a registrar 10.500 embarcaciones al año en zonas donde la capacidad real era de 150, era imposible sostenerlo”, señaló. Con la implantación de cupos diarios, 2.000 personas en Cíes, 1.300 en Ons y 250 en Sálvora y Cortegada, el parque logró estabilizar la demanda, si bien, no descendió el número de visitantes, pero desaparecieron los picos y se generaron mesetas estables, lo que incluso mejoró la planificación del sector hostelero.

“El mensaje es claro: hay que ser valientes. Regular significa conservar, disfrutar y crear empleo. Sin conservación, puede que se disfrute, pero no se genera desarrollo”, concluyó.

Por su parte, el profesor de la ULPGC, Rodolfo Espino, destacó que las ecotasas se crean precisamente para este fin y que es fundamental diferenciar su función de la de los impuestos turísticos generalistas. Espino animó a las administraciones públicas a tomar como referencia el modelo de éxito de Lanzarote, y siguiendo experiencias ya iniciadas en Tenerife, “donde se aplican tasas en espacios como el Barranco del Infierno, Masca o próximamente el Teide”.

“Las islas como Fuerteventura o Gran Canaria aún no cuentan con ecotasas de acceso a espacios naturales y deberían empezar a estudiarlas y prepararlas, porque no solo permiten conservar el territorio, sino también generar empleo especializado. El ejemplo lo tenemos en Lanzarote, donde los Centros de Arte, Cultura y Turismo dan trabajo a unas 500 personas y producen beneficios anuales cercanos a los seis millones de euros”.